En Sangre nueva (Random House, 2023), su tercera y consagratoria novela, la autora mexicana Bibiana Camacho continúa en la senda del gótico urbano y lo sobrenatural, utilizando el género para iluminar el terror de lo cotidiano y los horrores modernos, esta vez con unos resultados todavía más asombrosos, oscuramente cómicos y entretenidos que en sus anteriores trabajos.
La trama es la siguiente: Casandra, una mujer joven e inteligente, hereda el departamento en que vivió durante su infancia con su madre, una mujer maniática y hostil a quien había dejado de ver hace mucho tiempo y quien muere repentinamente. Una vez instalada allí, junto a su pareja Fernando, Casandra comienza a sentir la presencia espectral de su madre, escuchando incluso su voz por las noches, mientras crecen sus sospechas de que su novio y las vecinas del edificio traman algo en contra suya. ¿Se está volviendo loca?¿O en efecto existe una conspiración en curso? ¿Podrían haber tenido algo que ver estas aparentemente simpáticas mujeres con el progresivo deterioro mental de su madre? ¿Y si acabara de descubrir un aquelarre de brujas operando en pleno Ciudad de México? Eso no podría ser verdad… pero ¿y si lo fuera?

La historia, construida astuta y pacientemente por Camacho hasta el impactante final, tiene ecos de los cuentos victorianos de fantasmas y de las narraciones fantásticas de la nueva reina del género, la argentina Mariana Enriquez, pero también del surrealismo tenebroso de Amparo Dávila y las películas El bebe de Rosemary y El inquilino, de Roman Polanski, dos hitos de la paranoia doméstica más aterradora.
Como los mejores exponentes del género, cada vez más aclamado en la región y en el mundo gracias al éxito de escritoras como Dolores Reyes, Fernanda Trías y Samanta Schweblin, la autora mexicana se mueve entre lo fantástico y la crítica social, aludiendo al machismo de su padre y de su actual pareja, el conservadurismo de sus vecinas, y exponiendo las miserias y vulnerabilidades emocionales pero también económicas de la clase creativa en México.
La mudanza de Casandra y Fernando al nuevo departamento es además el detonante para una afilada exploración sobre las dinámicas de pareja en la actualidad, en un país en el que las más recientes conquistas de los movimientos feministas todavía no han dado paso a la erradicación de comportamientos patriarcales que ponen en riesgo la integridad física y psicológica de las mujeres. También resulta fascinante el retrato que Camacho entrega de una relación madre-hija traumática, plagada de carencias, falta de entendimiento y extravagancias, pero también de amor y extraña complicidad, aportando una mirada humanista desprovista de juicios morales.
Otro de los grandes logros de la novela tiene que ver con el uso del espacio, al desarrollarse enteramente (exceptuando los flashbacks familiares y algunos breves diálogos) en el departamento que habitan Casandra y Fernando. Esta decisión, que convierte a la locación en una suerte de casa embrujada moderna, contribuye a la creciente sensación de encierro y claustrofobia que envuelve a la protagonista, y transforma al libro en una involuntaria fábula sobre los miedos y suplicios desatados por el aislamiento durante la pandemia del Covid.
Irónicamente, mientras en la época victoriana los relatos góticos nacieron como respuesta, además de a la moral represiva que incubaba traumas, a los avances en las comunicaciones a distancias que hacían vislumbrar que hablar con el más allá era perfectamente factible, Camacho parece sugerir que en nuestra era hiperconectada y de masculinidades “aliadas”, las mujeres todavía pueden estar más solas que nunca, incluso incorporando a los fantasmas del pasado a sus vidas diarias. A fin de cuentas, ¿qué podría tener de espeluznante para una mujer moderna la visita de un espectro en comparación con los intentos de domesticación por parte de una pareja?
Otros libros recomendados en los que el protagonista está encerrado:
Un caballero en Moscú, de Amor Towles
Una de las novelas más aclamadas de los últimos años, la segunda obra del autor estadounidense Amor Towles es una confección inmensamente sofisticada y placentera, narrando la historia de un aristócrata soviético que es confinado a pasar las primeras décadas de la Revolución Rusa en un modesto cuarto en un elegante hotel a pasos del Kremlin. Mientras afuera su país experimenta algunos de los cambios más profundos en su historia, el protagonista, un cínico y malcriado snob, deberá aprender a rehacer su vida, encontrando afecto y un nuevo sentido a su vida gracias a los lazos que forja con el staff del hotel y sus huéspedes.

El tercer paraíso, de Cristian Alarcón
Exquisita combinación entre autoficción, diario de la pandemia y enciclopedia botánica, el nuevo libro del maestro de cronistas Cristian Alarcón se alzó con el Premio Alfaguara de Novela del año 2022. En su primera obra de ficción -hibridada, como corresponde a un inquieto vanguardista como Alarcón-, el periodista chileno-argentino narra sus peripecias para crear un jardín durante los meses más duros de encierro de la pandemia, cuando decidió mudarse a las afueras de la ciudad, narrando a su vez la emocionante historia de las mujeres de su familia y también los sorprendentes orígenes de las plantas que dan forma a su jardín.

Stevenson inadaptado, de Guillermo Fadanelli
En esta ácida e inteligente novela, Mario Stevenson, un solitario economista que se ufana en nunca haberse enfermado en la vida, decide recluirse en un hotel de la colonia Roma cuando la pandemia del Covid comienza a hacer estragos. Este confinamiento en medio de un período de incertidumbre mundial, y su relación con una prostituta que lo visita esporádicamente, son la excusa perfecta para que Stevenson (y Fadanelli) arremeta con hilarantes y en ocasiones políticamente incorrectas reflexiones sobre el sexo, la muerte y la política mexicana.

El soldado de porcelana, de Mathias Malzieu
Uno de los libros franceses más populares del pasado año, cuenta las aventuras de un niño que debe vivir oculto en la granja familiar tras la inesperada muerte de su madre, durante los meses finales de la Segunda Guerra Mundial. Adoptando el punto de vista del pequeño, el libro, inspirado en la vida del padre del propio Malzieu, es un prodigio de humanidad, poesía y belleza, y una nueva historia entrañable por parte del autor de la recordada La mecánica del corazón (Debolsillo, 2013).
