También es escritor de «ensayos» o artículos dedicados a analizar y desglosar crímenes reales. Sus grandes éxitos han sido La Dalia Negra, basado en un caso real y que fue adaptado al cine por Brian de Palma, o L.A. Confidential, que también fue llevado al cine, protagonizado por Kim Basinger. Sus personajes decadentes y carentes de esperanza lo han llevado a ser denominado el “Demon Dog of American Crime Fiction” (“el perro demoníaco de la novela negra americana”).
Se caracteriza por poseer una narrativa «telegráfica», la cual omite palabras que otros escritores considerarían necesarias o fundamentales, es decir, aprovecha la dureza y fuerza de la lengua inglesa para dar frases duras, cortantes y ambiguas ejercitando la economía verbal como elemento fundamental de su estilo. Emplea mucho la llamada «aliteración» que es una figura literaria en la cual las frases riman unas con otras y son cadenciosa y repetitivamente subyugantes para el lector.
Declara el autor en una entrevista que no tiene televisión, no va al cine, no tiene teléfono celular ni computadora, vive aislado con su cuaderno blanco y sus ganas de escribir:
Tengo muy pocos amigos. Me gustan las mujeres con avaricia. Me gusta pensar que si me otorgo a mí mismo la suficiente soledad, el mundo vendrá a mí. Cultivo el anhelo. Todos mis mundos nacen del anhelo, el anhelo romántico de Beethoven. Es el desear a determinadas mujeres, a un conjunto de mujeres, y el no poder tenerlas. Después de todos estos años, comprendo que el amor lo que hace es tropezar mucho más que terminar. Todo esto vive dentro de mí y me permite crear mundos, lo que constituye el amor que le devuelvo a la gente. Es mi legado humano antes de pasar a otro mundo, y es un legado significativo. Tengo 64 años, y estoy muy sano, y mi intención es escribir muchos más libros. (El País, 2012)
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