No pocas veces da la impresión de que hemos traicionado aquello por lo que decidimos trabajar en el mundo del libro. Los debates en torno a la industria editorial se han centrado, en los últimos años, en la “amenaza” digital, en los claroscuros de grandes bestsellers, los libros de moda y en los pocos espacios que hay en las librerías para los libros literarios, lo que “uniforma” la oferta editorial.
Hemos hecho a un lado lo verdaderamente importante: el amor a la lectura.
¿Qué sería de nosotros sin Dostoievski, sin Flaubert, sin Coetzee, sin Borges, sin Rulfo y Revueltas? Todo lo han dicho ya los grandes maestros de la literatura. El reto de las letras contemporáneas es reinventarse una y otra vez hasta el infinito, dotando las nuevas historias de elementos propios de nuestro espacio y de nuestro tiempo. La langosta literaria es el punto de reunión para celebrar que la literatura no se agota nunca y que gracias a ella nos es posible cohabitar dos mundos a la vez.
Bienvenidos.