Por muy corrupto que fuera,
aquél seguía siendo su mundo.
Un policía nunca deja de serlo del todo aunque abandone el cuerpo.
Hideo Yokoyama
En los últimos años la literatura que se escribe en los países asiáticos ha despertado un genuino interés sobre todo para el público hispanoparlante, debido a eso, hoy en día es posible conocer y disfrutar de un amplio panorama de autoras y autores con propuestas atractivas, seductoras y alucinantes como es el caso del escritor japonés Hideo Yokoyama, que, gracias a la traducción del inglés por parte de Jofre Homedes Beutnagel para la edición de la editorial Salamandra, se puede leer la inmensa novela Seis Cuatro.
La primera vez que supe algo referente al escritor nipón fue durante una de las presentaciones del festival de literatura “Barcelona negra” en el que estaría presente el mismo Yokoyama para hablar sobre cómo fue el proceso de escritura en torno a su monumental novela de casi 700 páginas, así como también mencionar un poco sobre la trama de la obra: el secuestro y asesinato de la pequeña Shoko Amamiya en 1989 al norte de Tokio, dejó varias incógnitas por resolver, en particular porque han pasado catorce años y falta sólo uno más para que la investigación se cierre para siempre, sin embargo, el misterio continua sin aclararse ya que, en su momento, nadie pudo dar con el asesino. Desde entonces el caso será conocido como: Seis Cuatro.
Si bien el tema que se desarrolla en Seis Cuatro recuerda un poco a thrillers coreanos con los que comparte no sólo temas típicos sino también tópicos afines al género negro como Memories of Murder (2003), Montage (2013), o más recientemente a la versión india Te3n (2016), en el que el eje principal es resolver un asesinato que sucedió en el pasado y puso en jaque a toda la policía. Aunque el caso nunca pudo aclararse hasta que un nuevo crimen, ahora en el presente, vuelve a poner en alerta a todos los guardianes de la ley y el orden en especial porque el óbito sucede justo cuando está por cumplirse la prescripción del primer caso.
Seis cuatro es una novela de largo aliento con un ritmo pausado, fino e inteligente con el que el autor construye y desarrolla el espacio en el que sucede la trama, así como también describe la complejidad de cada uno de los personajes y su relación entre sí, similar a una partida de go. Los secretos que los unen son casi iguales como las traiciones de las que en algún momento formaron parte y pronto saldrán a relucir demostrando hasta dónde es capaz de llegar el honor en una sociedad como lo es la japonesa.
Las poco más de 600 páginas nos sumergen en la vida de Yoshinobu Mikami, antiguo inspector y actual jefe de prensa de la Jefatura de Policía de la prefectura D, quien tiene que lidiar con la fuga de su hija adolescente a la cual no puede encontrar, para después verse inmerso en la reactivación del famoso caso llamado Seis Cuatro, el cual ocurrió en el año 64 de la era Showa, 1989, siendo el último del reinado del emperador Hirohito. Mikami tendrá que aprender a negociar con los periodistas, así como con sus superiores, al grado que deberá saber cómo manejar la información que tiene, de tal forma que pueda descubrir si existe o no una relación con la desaparición de su propia descendiente.
Si bien es cierto que Yokoyama le da un peso sumamente importante a las relaciones que tiene la prensa con las fuerzas del orden y cómo ambas instituciones tienen que lidiar día con día con el fin de poder brindar una buena imagen ante la sociedad, cosa que para los lectores de cualquier otra parte del mundo sonaría bastante raro, en el sentido que dicho vínculo terminaría por ser una mera entelequia; sin embargo, uno se vuelve testigo de cómo el antiguo inspector comienza a involucrarse en el caso cuando detecta una serie de irregularidades en el expediente y decide, de una vez por todas, dar con el asesino para poder brindarle paz a la familia de la querida Amamiya llevándolo incluso a ocultar información a la misma prensa.
La novela de Yokoyama resultó ser toda una revelación en Japón al vender un millón de ejemplares en una semana y desbancar el antiguo récord de su compatriota Haruki Murakami, demostrando que las novelas adscritas al género negro son las más populares por aquellas latitudes. Sin embargo, Seis Cuatro no es para todos los paladares, ya que la estructura de la novela está más apegada al policial clásico y el mismo Jefe de prensa Mikami comparte similitudes con el sabueso Maigret (creado por el escritor belga Georges Simenon), al tener que sobrevivir a los vaivenes de un matrimonio al que desde hace mucho se le acabó el encanto, volviéndolo un hombre que vive casi de manera exclusiva para el trabajo, mostrando la corrupción, las vendettas e intrigas, los aspectos y entresijos de su propia cultura que existen e imperan dentro de una comisaria japonesa, llevando la novela negra a los propios límites del género.
En definitiva, Seis Cuatro nos muestra la vigencia y actualidad de un género que no ha parado de evolucionar y adaptarse mostrando la cara más cruda de cada sociedad.
