Cuando iba en la secundaria, un profesor nos dejó leer La primera vez que leí La Navidad en las montañas y El Zarco. En ese tiempo no fue de mi agrado y tuvieron que pasar algunos años para encontrarme nuevamente con este libro.

Hoy me enamoré de ambas historias dentro de este libro.  Situado en el año 1890, La Navidad en las montañas  narra la historia de un capitán perdido en las montañas un día antes de navidad. En su mente viajan recuerdos, como la tristeza de su infancia. Después de buscar dónde pasar esa noche de fiesta sin detener su camino, él y su ayudante se encuentran con un cura que les ofrece hospedaje en la parroquia del pueblo. El cura es más que un sacerdote, es un amigo para cada una de las personas del pueblo. El capitán se encuentra muy feliz por encontrase en ese pueblo de las montañas, conviviendo con gente valiosa y diferente a la que él acostumbraba frecuentar.

La segunda historia, El Zarco, que se sitúa en el año 1861 en el pueblo de Yautepec, cuenta el romance de un bandido llamado El Zarco el cual es líder de un grupo llamado “los plateados” y una muchacha llamada Manuela. En medio de robos y asesinatos El Zarco y otros pretendientes tratarán de ganar el corazón de Manuela.

Ignacio M. Altamirano, nos regala dos grandes clásicos, dos grandes historias, que a pesar de sus diferencias, nos invitan en estas fechas a viajar, incluso a través de las palabras.

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