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Mis libros
Joaquín Guillén comment 0 Comentarios

Algo que no te dicen cuando tomas el hábito de leer es que las mudanzas son de lo peor. No lo digo porque es más caro, sino porque en ese proceso hay una revelación: todo lo que eres cabe en una caja de huevos. Si algo tengo claro es que soy la suma de todas mis obsesiones, que a menudo resultan ser libros. No suelo medirme en función de cuántos ejemplares tengo o he leído, mucho menos creo que leer me ha hecho mejor persona, pero sí me convirtió en el manojo de nervios que soy. Por eso, cada que me mudo, lo primero que hago es desempacar y acomodar mi librero, en mi nueva sala, como una forma de decirle a mis invitados «este es quien soy». Aquí la versión breve:

Lejos de Veracruz, de Enrique Vila-Matas (Debolsillo)

«No todo el mundo sabe que a Veracruz y a sus playas lejanas no pienso en la vida nunca volver», empieza Vila-Matas con una sentencia que niega el famoso verso de Agustín Lara, «Algún día hasta tus playas lejanas tendré que volver». Este libro de autoficción y búsqueda personal es un reto para quienes, como yo, llevamos sangre jarocha en el cuerpo.

Mantra, de Rodrigo Fresán (Debolsillo)

Una novela. Una novela diccionario. Una novela total. Una novela mexicana escrita por un extranjero. Una novela en la tradición de D.H. Lawrence y Malcolm Lowry y Roberto Bolaño y Enrique Vila-Matas. Una novela sobre luchadores enmascarados. Una novela que te dice «México te escucha y te entiende. No importa el idioma».

Diario de un canalla, de Mario Levrero (Literatura Random House)

Antes de interesarme como una de las joyas escondidas de Latinoamérica, Mario Levrero me llamó la atención porque fue autor de crucigramas. Un dato que podría aparecer como una nota al pie o un detalle biográfico curioso, se me reveló como clave para entender su obra. La literatura como construcción y juego.

Desgracia, de J.M. Coetzee (Debolsillo)

David Lurie, protagonista de Desgracia, es un profesor de mediana edad de literatura romántica con miedo a la soledad y a envejecer. Después conoce a Melanie Isaacs, una alumna, y comienza a involucrarse física y sexualmente con ella. Que todo acabe en desgracia no es spoiler, al más puro estilo de Job,  ya nos lo advierte Coetzee en el título.

La maravillosa vida breve de Óscar Wao, de Junot Díaz (Literatura Random House)

¿Quieren saber qué se siente ser un x-men de verdad? Intenten ser ñoños en el ghetto, eso, nos advierte el autor, sí es raro. La novela de Junot Díaz es al mismo tiempo un retrato familiar intimista y una búsqueda constante de lo que significa la identidad en un mundo cambiante y ajeno para nosotros.

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