Seis autores que también se hicieron famosos con su seudónimo

Saraí García

07 March 2017
En el mundo de las letras, los seudónimos siempre han sido una excelente forma de permitirle al autor experimentar con su escritura, evadir la crítica y burlar a unos cuantos. Aunque la lista es larga cuando enumeramos las dobles identidades de una larga tradición, pocos pueden decir que lograron ser igual o más exitosos con sus alias, que con sus nombres reales. Aquí unos ejemplos: Currer, Ellis y Acton Bell – Hermanas Brontë En 1847, las hermanas Brontë vieron la publicación de sus obras Cumbres Borrascosas, Jane Eyre y Agnes Grey. Como muchas mujeres escritoras de la época, decidieron usar seudónimos para evadir los juicios que por su género y su condición social les podían imponer. Tras su publicación, las obras de las hermanas Brontë despertaron la atención de la sociedad londinense y cobraron éxito convirtiéndose hasta la fecha en bestsellers.  Poco tiempo después, y debido a la fama que ya habían adquirido y los rumores que se esparcieron, Charlotte y Anne revelaron el secreto de sus identidades. Sus obras continuaron no sólo con grandes ventas, sino con un eventual reconocimiento en el mundo internacional literario. Un clásico de clásicos. #StopIt #MeSonrojas #TeamBrontë Brontë Samuel Langhorne Clemens – Mark Twain Samuel ¿Who? Nada como enterarte de que Mark Twain, no fue sino Samuel L. Clemens, quién tras sus jóvenes, aunque prósperos, inicios en el mundo del periodismo decidió comenzar a publicar bajo el famoso seudónimo que ahora todos conocemos como  Mark Twain. Twain Charles Lutwidge Dodgson- Lewis Carroll Famoso autor de uno de los clásicos más emblemáticos del mundo literario, Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas (1865), Lewis Carroll fue solamente un seudónimo bajo el cual decidió publicar sus obras literarias para diferenciarlas de sus publicaciones en el mundo de las matemáticas. Prominente, reconocido y prolífico en ambas carreras, el matemático Charles Lutwidge Dodgson nos ahorró muchas malas pronunciaciones de sus apellidos del lado literario al sólo referirnos a él como Lewis Carroll (o también como “el escritor ese que escribió el de Alicia y las maravillas”). Alicia y el país de las maravillas Theodor S. Geisel – Dr. Seuss/ T. Lesieg/ Dr. Theophrastus Ni doctor, ni T. Lesieg, ni Theophrastus, ni muchos de los seudónimos que él utilizó son su verdadero nombre. Theodor Geisel empezó a usar el seudónimo Seuss en el último semestre en el Darmouth College, debido a que él y sus amigos tenían prohibido escribir para el periódico escolar tras ser descubiertos en una fiesta clandestina durante el periodo de la ley seca. Poco tiempo después, añadió el “Dr.” a su seudónimo debido a la insistencia y anhelo de su padre porque Geisel estudiara un doctorado. Lo que no muchos saben es que antes de convertirse en el famoso Dr. Seuss, autor de libros infantiles, Theo S. Giesel ya era bastante famoso en el mundo de la caricatura y los anuncios publicitarios: una leyenda de muchos nombres. Dr. Seuss John Banville – Benjamin Black De escritores afamados a escritores… igual de afamados, tenemos el dúo secreto de Banville y Black. John Banville ha sido de los poco escritores que se puede regodear que tanto con su nombre real como con su seudónimo es igual de reconocido y aplaudido por la crítica. Pero aunque sean la misma persona, si algo ha caracterizado a Banville es su habilidad para crear dos autores reconociblemente distintos en su narrativa y temática. Mientras que el crimen seduce a su hermano malvado Black, la ficción más literaria le toma la mano Banville. Un mérito que muchos escritores han querido sortear a partir de sus dobles identidades pero muy pocos han logrado. Bejamin Black Stephen King – Richard Bachman Acaparando como siempre las listas, henos aquí con el master del terror. Con un claro propósito de experimentar si su pluma exitosa en verdad era seguida en todo el mundo por su talento o sólo por su nombre y suerte, Stephen King decidió publicar parte de sus obras bajo el seudónimo de Richard Bachman. Rabía, La carrera maldita, El fugitivo y El maldito fueron algunas de las obras que publicó como Bachman, esta última logrando una venta de 28 milejemplares en sus primeros tirajes, y diez veces más una vez que fue revelado el secreto. Aunque pareciera que no fueron tan avasallantes las ventas de Bachman, incluso la versión “desconocida” de King no estaba nada mal para ser un autor “sin fama ni suerte”. Suponemos que Bachman hubiera tenido una carrera prolífica de no haber sido descubierto tan pronto. #BUSTED King

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