Ireneo Paz es un interesante personaje de la historia de México del que tristemente casi no se habla, pero en Siglo de las luces… y las sombras (Aguilar, 2023) de Ángel Gilberto Adame lo conocemos profundamente: desde su nacimiento y formación escolar, los problemas de su vida universitaria por la polarización del país, sus encarcelamientos, y otras de sus facetas como poeta, escritor y político.
El recorrido histórico que hacemos con este personaje va desde su nacimiento en 1836 hasta algunos episodios importantes de la historia mexicana como la renuncia de Santa Anna en 1855, el segundo imperio mexicano (1863-1867), el antijuarismo (1867-1871), el porfiriato (1876-1911), la revolución, el zapatismo y la postrevolución (1914-1935).
Es una perspectiva interesante de leer pues Gilberto Adame no sólo se encapsula en temas políticos, sino que habla desde un aspecto sociológico abordando temas como la pobreza y las condiciones para la libertad de expresión de la época. Por ejemplo, ahonda en cómo durante el segundo imperio mexicano, Maximiliano prohibió la elaboración de cualquier escrito que pudiera incitar al desorden público o atacara al nuevo gobierno. Sin embargo, aunque las medidas parecieran severas, estos estatutos concedían mucha más libertad de expresión que lo que pasadas administraciones habían permitido. Ante esta situación, Ireneo puso en circulación un nuevo periódico: El Payaso.
Para Paz, era necesario eliminar la falta de libertad en la prensa si se quería tener una vida política sana y democrática.
Además, el autor pone especial énfasis en la guerra entre conservadores y liberales y en cómo, después la Intervención Francesa, muchos otros lugares de la República parecían “tierra de nadie”, asolados constantemente por grandes grupos de rebeldes que se disputaban el poder entre sí.
Por otro lado, la amistad entre Porfirio Díaz e Ireneo ocupa un lugar estelar en esta historia, pues al inicio de su carrera política lo apoyó oficialmente, sin embargo, después de sus actos de represión contra la prensa (los cuáles incluían la crisis de papel), en específico contra el periódico La Patria, haría que declinara su apoyo y se preguntara: ¿por qué defender a Díaz cuando este parecía intentar desaparecer a la prensa independiente?
Díaz consiguió en 1900 su reelección, sin embargo, la falta de interés en consolidar la democracia había iniciado una serie de eventos que desembocarían en la Revolución. Mientras tanto Ireneo, en sus últimos años de vida, defendía la prensa libre ante Porfirio Díaz, por ello en La Patria se consagró a Paz como uno de los periodistas más longevos y de mayor tradición.
En esta obra nos encontramos con una historia en la que se incluyen fragmentos de textos varios como poesía, notas periodísticas, cartas, dramaturgias, entre otros tipos de documentos, lo cual la vuelve un relato nutrido en formas y estilos narrativos, por lo que se aleja de ser una lectura aburrida. Es importante resaltar que también incluye algunos fragmentos de escritos de su nieto: Octavio Paz.
Mi abuelo, al tomar el café,
me hablaba de Juárez y de Porfirio,
los zuavos y los plateados
Y el mantel olía a pólvora.
Octavio Paz
Nunca antes había estudiado la historia de México con tanto detenimiento y de una forma tan entretenida como con este libro. Además de que a través de Ireneo y su vida, es más sencillo entender la lucha de liberales y conservadores. Acercarme a él, me hizo darles sentido a algunos episodios históricos y comprenderlos de tal manera que las diferentes perspectivas de los acontecimientos se enlazaran con sus protagonistas y antagonistas.