Un viaje al pasado con Yuval Noah Harari

Daniel Caballero

04 March 2021

La coordenada espacio-tiempo en la que nos encontramos situados nos impide realizar actividades a las que estábamos comúnmente habituados, en consecuencia, y hasta ahora, logramos apreciar los beneficios y deleites a los que teníamos oportunidad de acceder antes de esta pandemia. Una de estas actividades que se echa de menos es el poder pasear por los pasillos de un museo, pues estas experiencias nos permiten entablar un diálogo con el tiempo y son una oportunidad de mirar a través de la historia; son una oportunidad para reflexionar.

Afortunadamente en estos días me encontré con lo que de inmediato consideré un museo en casa, un telescopio para viajar a más de 4 mil millones de años al pasado y echar un vistazo a la formación del planeta Tierra y la aparición de sus primeros organismos biológicos.

Este objeto del que hablo es un libro llamado Sapiens: el nacimiento de la humanidad, el cual describe a los primitivos humanos y cómo adaptaron el mundo a sus necesidades. Esta es una lectura envolvente porque cada que avanzas tu comprensión sobre lo sorprendente que puede llegar a ser el universo, la vida y el mismo ser humano, se transforma. Y aunque parezca que estos temas pueden llegar a ser de dominio particular de expertos, te sorprenderías al adentrarte en sus páginas, porque todo lo que el texto cuenta es sumamente ameno, claro y accesible al ser este un libro de divulgación y de contenido muy disfrutable pero, sobre todo, su característica principal es que es muy desafiante, pues su escritor mantiene constante nuestra atención.

Sobre su autor, Yuval Noah Harari, es un prestigioso historiador y escritor israelí quien se hizo internacionalmente famoso por la publicación de su libro Sapiens. De animales a dioses: una breve historia de la humanidad  y en el cual trata de relatar la historia humana. Esta obra es muy dinámica y hasta polémica al tratar de englobar todo el curso de la humanidad, pero no te deja indiferente una vez lo has leído.

En Sapiens: el nacimiento de la humanidad lo que encontramos es una historia gráfica, genialmente ilustrada y adaptada por Daniel Casanave, destacado ilustrador, y por el historietista, David Vandermeulen. Esta obra aborda sólo la primer parte del libro de animales a dioses, y es la referente a la aparición del homo sapiens y su evolución en África oriental, así como su expansión por otras tierras, el momento de la revolución cognitiva –situada hace 70 000 años– hasta la colonización de Australia y América por los sapiens.

Divida en cuatro grandes capítulos en forma de historieta, Rebeldes de la Sabana es el primero de ellos y nos introduce al inicio del universo y la interacción entre átomos y moléculas que, después de millones de años, desembocarán en el surgimiento de organismos vivos y muy particularmente en uno que es capaz de escribir la historia de su propia especie y del movimiento de los tiempos: los sapiens.

En este capítulo, Yuval es acompañado por su pequeña sobrina, Zoe, a descubrir a las distintas especies de humanos que existieron. Para ello, les acompaña el entrañable personaje de la profesora Saraswati, una inteligente bióloga que nos explica la evolución de las distintas especies humanas del pasado: homo erectus, homo luzonensis, homo denisova, neandertales y homo sapiens y cómo es que estos últimos, gracias al desarrollo de sus habilidades derivadas de la evolución de su gran cerebro, lograron adaptarse y permanecer ante los desafíos de la vida. Un ejemplo de ello fue el uso del fuego por los sapiens, lo que les permitió cazar animales exitosamente y cocinarlos de mejor forma para aprovechar sus nutrientes.

Otro de los temas cruciales de este capítulo es la expansión de los sapiens desde África hacia otras partes como Europa y Asia, donde habitaban otras especies humanas y las cuales fueron despareciendo mientras los sapiens se extendían territorialmente. Ante ello, tanto la profesora Saraswati como Yuval nos cuentan que existen dos teorías para explicar esto: un posible entrecruzamiento entre sapiens y, particularmente, los neandertales y una segunda opción que sugiere una colaboración en masa de los sapiens para acabar con las demás especies humanas. Ambas teorías siguen suscitando amplios debates ya que aún se desconoce mucho sobre la prehistoria, pero lo que sí parece claro es que, gracias a una mejor tecnología y habilidades sociales superiores, lo sapiens lograron asentarse mejor por todo el mundo.

En Maestros de la ficción, segundo capítulo del libro y el que más me gustó, Yuval y Zoe se encuentran en Londres. Allí, ambos aprenderán sobre las mayores capacidades cognitivas de los sapiens, en comparación con otras especies humanas del pasado, y cómo es que esto permitió la colaboración de los primeros para enfrentar a los demás grupos humanos.

Fruto de esta revolución cognitiva, los sapiens antiguos elaboraron utensilios como barcas, lámparas de aceite, flechas y arcos para atender sus necesidades primarias, como cazar o transportarse. No obstante, se han encontrado piezas con una datación de más de 30 mil años que reflejan una capacidad creativa diferente: collares de marfil y obsidiana en sepulcros, figurillas de hombres con cabeza de animales o conchas de mar muy alejadas de las superficies marítimas, lo cual en conjunto, indica que estos objetos eran usados para prácticas comerciales y rituales.

Durante su estancia en Reino Unido, Zoe y Yuval visitarán al profesor Dunbar, un reconocido experto en comunicación. El profesor les explicará a nuestros viajeros amigos cómo es que existen animales capaces de comunicarse, tales como hormigas, abejas y algunas especies de monos, pero que ninguna criatura en el planeta, a excepción de nosotros los sapiens, tiene una capacidad tan flexible para comunicarse al generar sonidos limitados, sí, pero con frases ilimitadas con sus respectivos significados.

Es así como aparece en este cómic la Doctora Ficción, quien nos muestra que los seres humanos somos capaces de comunicarnos acerca del mundo que nos rodea, pero también sobre aquellas cosas que no son tangibles y nos han permitido organizar nuestras vidas, a través de los siglos, en gigantescas sociedades: leyes, mitos, dioses, países, comercio, moneda, arte, ciencia.

Sexo, mentiras y pinturas rupestres es el tercer capítulo del libro donde el profesor Yuval junto con su colega, la profesora Saraswati, acompañados de la antropóloga Duarte y el padre Klug, arqueólogo, impartirá una conferencia en Brasil. Los temas estarán relacionados a las investigaciones sobre la organización familiar y tribal de los sapiens antiguos, además de los vestigios arqueológicos que dejaron en el periodo aproximado de hace 70,000 a 12 000 años.

A pesar de los peligros que estos sapiens enfrentaron, los estudios consideran que nuestros ancestros eran capaces de suplir sus necesidades con jornadas laborales más cortas que las de un humano del siglo XXI, además de que su alimentación y conocimientos eran más variados que los nuestros: sabían cazar, establecer rutas de viaje, adaptarse a distintos climas e identificar animales y plantas que les dejaran mejores nutrimentos; en la actualidad el conocimiento es más especializado.

Otro aspecto central que los profesores tratan son las evidencias en diversas cavernas del mundo, así como los vestigios arqueológicos y fósiles que de ellos se han encontrado. Y aunque la imaginación de expertos y aficionados ha volado para tratar de dar significados certeros a estas evidencias, en realidad no se puede concluir mucho sobre sus creencias o rituales, ya que no se cuenta con los elementos suficientes para determinarlo.

Asesinos en serie continentales es el cierre de este hilarante y peculiar libro. En él, la detective López investiga el crimen más grande de la historia: la búsqueda de los asesinos en serie más implacables. Para ello, recibirá el apoyo de la doctora Saraswati y de Yuval, quienes intentarán descubrir las responsabilidades sobre este delito que apunta directamente a Billy, el troglodita, y su esposa Cindy, además de toda la especie de los sapiens a quienes ambos pertenecen.

El razonamiento es el siguiente: los sapiens, originarios de África y que posteriormente se expandieron a Eurasia, llegaron también a lo que hoy es Indonesia y dieron el salto hacia Australia a través de pequeñas embarcaciones. En estas tierras se encontraban animales exuberantes como canguros gigantes, leones marsupiales, lagartos de cinco metros o enormes diprotodontes, los cuales, se extinguieron en un periodo de tiempo muy corto y coincidente con la llegada de los sapiens a Australia.

A pesar de la defensa del abogado de los sapiens, Adamski, quien argumenta que la extinción de la mega fauna australiana es producto del cambio climático de hace 50 000 años, la detective López pronto anula estas ideas al destacar que, si el clima hubiese sido el responsable, su efecto no sería visto sólo sobre la superficie terrestre, sino además en el océano y no hay pruebas de ello. De lo que sí existe prueba es del paso de los sapiens de Siberia a América y cómo se replica la extinción de mamíferos como mamuts, dientes de sable y leones gigantes en estas tierras justo en el mismo período en que el sapiens llegó a ellas.

En el momento del juicio final del caso, la jueza y el jurado, con tantas y abrumadoras pruebas, determinan la culpabilidad de Billy y Cindy pero, en un acto inesperado, el abogado Adamski argumenta que si bien la banda de sapiens antiguos son culpables, los sapiens de la actualidad también lo somos al acabar con la riqueza natural del mundo. Así, el caso se remite a un tribunal supremo de justicia del futuro en donde el tiempo revelará la profundidad del impacto de nuestros hechos como especie.

Pienso que este libro realmente toca temas relevantes y es expuesto de forma tan precisa que se vuelve indispensable porque es un texto que habla de nosotros mismos como humanidad y nos invita de manera seductora a la reflexión de lo que el ser humano ha llegado a ser y hacia dónde podría dibujarse su destino.

Divertido, inteligente y apto para un público juvenil o adulto, experto o curioso, este es un título que no puede faltar en nuestros libreros.