“…el recuerdo escrito tomará el lugar del recuerdo vivo”
Lo real y su doble, Clément Rosset
En 2012 se publicó por primera vez, sin mayor eco internacional, esta autobiografía de Deborah Feldman. No es, sino ocho años después, y una vez que Netflix la lanza a la fama gracias a que la convierte en serie, que hoy podemos ver el libro traducido al español.
Unorthodox es la historia de una chica perteneciente a los judíos ortodoxos de una pequeña comunidad llamada Satmar. Esos judíos sobrevivientes del Holocausto y que emigraron a Estados Unidos, en particular Nueva York, crearon este gueto para salvaguardar sus creencias y la propia permanencia. Así, Deborah crece en una familia de la que siempre se siente al margen: su madre la abandonó cuando era pequeña (y se volvió lesbiana) y el padre tiene una discapacidad mental. Ella es criada por los abuelos y la tía, quien intenta convertirla en alguien que no es, pero, sobre todo, convertirla en quien tiene que ser, sin cuestionamientos.
Sabemos, por experiencia, que el libro siempre es mejor que la película… En este caso, me parece que la serie es una muy buena adaptación de la vida de Feldman, en la que es imposible no dejar temas afuera y, eso sí, generar más impacto en ciertas escenas para que consigamos entender la vida de una secta, por ejemplo, la escena de la purificación. En la serie, también Deborah toca el piano y ése es el espacio que ella encuentra para desmarcarse de las obligaciones y generar un cuarto propio de pensamiento e independencia; en el libro, por otro lado, es justo la lectura: Jane Austen, Mujercitas, la Torá, entre otros, los que le dan esa libertad y esa posibilidad de ser alguien más. Libros prohibidos que ella consigue esconder en casa para intentar saciar su curiosidad y tomar fuerzas y caminos a través de otros personajes con los que se cruza en esas páginas.
El libro te permite imaginar: crear los escenarios conforme avanzan las hojas; construir a los parientes; volvernos arquitectos para visualizar la casa de los abuelos. Sin embargo, no podemos dejar de agradecer a la serie que ahora podamos leer el libro. Es una suerte que a veces el mundo se invierta, pero lleguemos al mismo punto: la lectura.
Y mientras escribo esto, me pregunto: ¿qué se sentirá que tu vida se convierta en una serie? ¿Tú qué tipo de autor serías: estarías detrás de todos los detalles o dejarías libres a los guionistas para que rehagan tu propia historia? ¿Seguirías pensando que es tuya? A fin de cuentas: ¿no cada vez que contamos nuestra vida, la estamos recreando?
Dato curioso: Deborah Feldman decidió escribir su vida no para triunfar, sino para conseguir visibilidad en los medios de comunicación y que la comunidad no tuviera otra opción que dejarla ir. Eso sí: se encargaron de negar todo lo que ella decía.