Hay canciones que nos conectan con personas o momentos clave de nuestra vida. Hay canciones, también, que nos hacen pensar en aquellos que se fueron: ya sea una separación o que trascendieron a otro plano.
Cuando uno es niño suele buscar ese espacio en el que siente que encaja, esa canción en la que siente que se cuenta su historia o aquella historia que quiere vivir y su edad aún no se lo permite, pero comparte con el compositor o con el intérprete el sentimiento.
Es la música, también, un espacio en el que diversos escritores se han cobijado para comenzar o desarrollar sus personajes. Por ejemplo, Uri Bleier se apoyó de algunas frases de Willie Colón para presentarnos a Mónica Guazo Cano Martínez, la protagonista de Esta cuerpa mía (Alfaguara, 2024).
Incluso, hay quienes optan por usar alguno de los nombres para sus personajes, como Xavier Velasco en su libro Los años Sabandijas (Alfaguara, 2022) con su protagonista Lamberto, mejor conocido como El Roxy por la canción Roxanne de The Police.
En ambos casos se apoyan de la música para contar su historia, para presentarnos personajes alrededor de esas canciones. Pero, también hay libros en los que la música nos muestra la nostalgia, la desilusión y el amor.
Tal es el caso de Lo llamaré amor (Random House, 2025) del escritor barranquillero Pedro Carlos Lemus.
En esta novela el joven autor nos cuenta fragmentos de su historia. Nos lleva a conocer su pasado y toda la tristeza con la que ha tenido que vivir desde que era un niño. Desarrollando a través de cada página su concepción del amor y de lo que este representa.
Nos habla sobre su historia con Simón, un joven arquitecto que parece quererlo, pero hay muchos actos y conversaciones que parecieran mostrar que no es así. Tal vez porque ambos, de alguna u otra forma, sufren de la misma herida, sangran de la misma llaga.
Saltando a contarnos la vida junto a sus padres, y como su matrimonio poco a poco se desmorona, casi de la misma forma en la que lo cuenta Piedad Bonnett en Qué hacer con estos pedazos (Alfaguara, 2023): A veces basta tirar una piedra sobre un tejado para que una casa se desmorone.
Nos habla además del momento en los que éstos se dan cuenta de su orientación y preferencia sexual. Y el momento clave en el que encuentra el cobijo a su vida: la música y la imaginación: en las que comienza a vivir en las letras las historias de cada cantante y posteriormente inventar historias sólo para él.
A través de estas dos líneas temporales, nuestro protagonista nos lleva a conocer las piezas que componen su vida y rompecabezas en el corazón.
Llevándonos a entender los miedos, dudas y errores de sus padres; a pasar de lo plano de las palabras a la belleza arquitectónica, a las imágenes del amor; la belleza en lo superficial, en los cuerpos y en el alma.
Apoyado por canciones que la generación de los noventa encontrará familiares, canciones con las que podrá recordar aquellos momentos y amores fugaces, duraderos, eternos y transaccionales que tuvimos en el camino a los adultos que somos ahora.
Sin duda, una primera novela en la que se encuentra una voz lista para salir a conocer el mundo.