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Ficciones extrañas: El caso de China Miéville
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El cadáver me miraba sin verme

China Miéville

Hace unos meses, un amigo de la ciudad de Buenos Aires me recomendó leer lo antes posible La ciudad y la ciudad (Nova, 2019) del escritor inglés China Miéville, debido a que en esa narración se combinan, de una manera admirable, dos de mis subgéneros favoritos: el policial y la ciencia ficción. Mi amigo conocía muy a detalle mis gustos, aficiones e inquietudes, por lo que mencionó que, esa obra podría resultar de mi interés al ser una propuesta fresca que no sólo planteaba un crimen al estilo del mejor policial clásico, sino que, lo lleva a otro nivel, al inventar todo un universo distópico con oscuras tramas urbanas dando como resultado un final inolvidable. No por nada La ciudad y la ciudad es considerada por la crítica especialista como una de las mejores novelas del autor, quien, a su vez, forma parte de la corriente literaria conocida como New Weird y, para rematar, la obra en cuestión ha sido galardona con importantes premios como el Hugo, BSFA, Locus y Arthur C. Clarke.

Tal vez no fueron muchos los argumentos que necesitó mi colega para lograr convencerme ya que no había ni terminado la semana cuando ya estaba recorriendo las calles y avenidas de la misteriosa Besźel de la mano del icónico inspector Borlú, «un hombre delgado que acaba de entrar en la mediana edad (…) Habitualmente solo, aunque de vez en cuando dos mujeres de su misma edad podrían estar allí, pero nunca a la vez.» Quien forma parte de la Brigada de Crímenes Violentos y vive en un departamento que eligió deliberadamente porque por la mañana los trenes de la ciudad vecina de UI Qoma pasan por una línea azul a unos metros de su ventana. «Siempre quise vivir en un lugar donde pudiera ver trenes extranjeros.«

La trama comienza cuando es hallado el cadáver de la joven Mahalia Geary en la ciudad de Besźel, por lo que el inspector Tyador Borlú quedará al frente de la investigación, sin embargo, pronto tendrá que viajar a la decadente ciudad vecina y rival de UI Qoma para unir fuerzas con el detective Qussim Dhatt, aunque cruzar esa frontera invisible será sólo el principio de un viaje tanto físico como psíquico, al tener que ver aquello que se mantiene invisible frente a sus ojos.

A la par que ambos sabuesos comienzan a develar los secretos detrás del asesinato de la joven, se verán inmersos en un camino lleno de conspiraciones políticas, nacionalistas radicales, e incluso unionistas quienes buscan la unión entre ambas urbes argumentando el posible origen de una tercera ciudad. Y es que Besźel y UI Qoma están tan incrustadas una dentro de la otra que más de uno se puede llegar a confundir al no contar con una barrera física que impida la interacción entre ambas metrópolis situadas en algún lugar indefinido de los Balcanes.

China consigue envolvernos con ese halo de misterio y fantasía al mostrarnos poco a poco la historia de las ciudades gemelas, rivales e invisibles entre sí, con sus propios idiomas y códigos de vestimenta, calles y delitos; habitadas por seres que tienen prohibido no sólo interactuar con sus vecinos, sino también mirar objetos o personas que pudieran existir frente a ellos, por lo que han aprendido desde muy temprana edad el acto de “desver” aquello que no exista en su propio territorio con tal de no meterse en líos con La Brecha. Siguiendo con una lógica poética para, en este caso, desver el mundo de otra manera y asimilarlo a su conveniencia.

En todos esos casos los besźelíes (o los ulqomanos, en el caso contrario) evitan el problema extranjero lo mejor que pueden sin tener que reconocerlo. Lo tocan si deben, aunque mejor si no lo hacen. Esa forma de desver tan cortés y estoica sirve para lidiar con prótubos: la palabra besź para protuberancias de la otra ciudad. Hay un término en ilitano también, pero no sé cuál es.

El autor inglés consigue borrar las fronteras entre los géneros populares al mezclar lo mejor de cada uno para construir una novela partícipe de lo que ahora se conoce como New Weird o ficciones extrañas, cuya mejor definición es la que propone el escritor argentino Juan Mattio:

“Lo que caracteriza al New Weird es el pastiche de género, el uso sin prejuicios de los imaginarios del terror, la ciencia ficción, el policial y el fantástico. Híbridos que no están dispuestos a respetar la frontera entre los géneros pulp y que echan mano a distintas tradiciones para construir mundos nuevos[1]”.

Por ende, La ciudad y la ciudad se adscribe a esa nueva corriente, ya que por un lado está el planteamiento de un asesinato y los múltiples culpables, el cual sirve so pretexto para desarrollar una serie de complejas relaciones sociales y políticas entre ambas urbes, mientras que por el otro lado, está la distopía que ofrece ese mundo futurista en el que cada una de las ciudades ha intentado construir una entelequia que le permita lidiar con la otredad y sobrevivir al poder de La brecha, una organización independiente de ambos gobiernos que controla el comportamientos de los ciudadanos y que siempre está al tanto de cada uno de sus movimientos, un organismo que lo mismo sirve para vigilar como para castigar.

Es esa hibridación de géneros lo que hace que el libro termine por ser atractivo desde las primeras líneas. Sin lugar a dudas fue mi primer acercamiento a la obra de China y sinceramente, por todo lo anterior, dudo que sea la última.


[1] Mattio, Juan. (1 de marzo de 2021). El new weird. Literatura Iniciática. https://literaturainiciatica.com/el-new-weird/

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