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El porvenir de una ilusión, de Sigmund Freud
Elena Rojas Parra comment 0 Comentarios

Tenía que ser Freud. El porvenir de una ilusión es una obra espectacular escrita por el afamado psicólogo Sigmund Freud. Conforme leía esta obra corta del padre de la psicología moderna, me pregunté varias veces: ¿acaso todas las cosas que sabemos del inconsciente, la melancolía, nuestra relación con la religión se las debemos a él? Tantas cosas que daba por sentado, que categorizaba como conocimiento general, como las ideas acerca de la relación paterno-filial y el vínculo de la sociedad con la formación de la cultura religiosa fueron estudiadas y divulgadas por este hombre. Confesaré que en muchas ocasiones he hecho comentarios burlones sobre las teorías freudianas. Las bromas se centraban sobre todo en sus ideas sobre la relación fálica, si todo en la vida tenía que ver con nuestros complejos o traumas infantiles y hacía aún más mofas de algunas de las interpretaciones de los sueños que me parecían muy rígidas o demasiado limitadas a ciertas categorías.

Después de leer esta obra, independientemente de que puedo seguir haciendo este tipo de comentarios, debo admitir con toda franqueza que sí, que me parece que todos esos conceptos, en efecto, forman parte esencial de nuestro desarrollo mental y, de manera más importante, es una obra que rompió con muchos de los conceptos culturales que prevalecían en su época. Quizás peco de ignorancia o pereza al no analizar más a profundidad, precisamente porque nací a fines del siglo xx, cuando todas estas teorías ya tienen una aceptación muy amplia. En su momento, las teorías de Freud, fueron objeto de innumerables críticas e incitaron a grandes debates, polemizaron temas que aún son sensibles y problemáticos, y que están lejos de alcanzar un consenso o conciliación entre todos los puntos de vista que pueden surgir respecto a estos temas tan intrínsecos a la naturaleza humana.

Este fabuloso ejemplar engloba grandes análisis acerca del génesis de la cultura religiosa en relación con la evolución del hombre y la conquista de la Naturaleza. Discute algunas de las críticas que en su momento se le hicieron a sus teorías, rebatiéndolas punto por punto, al tiempo que las somete a consideración como medio para afinar su investigación. Cada uno de los cortos capítulos de este libro está estructurado para que el siguiente mantenga una coherencia simple de razonamiento sobre la evolución de la cultura y la necesidad de la religión y sus representaciones. Presenta las ideas como un fiel reflejo de sus investigaciones fundamentadas en el método científico, pero con el singular beneficio de partir desde una perspectiva psicológica.

Me parece que el último apartado, que consiste de una comparación entre la melancolía y el duelo, resume magistralmente la singularidad y complejidad de su obra. Su interpretación y examen de estos dos elementos logran una traducción a un lenguaje que todos entendemos. Nos hace comprensibles ciertos procesos que ocurren en la mente humana y el mecanismo por el cual logramos manejar los sucesos que marcan nuestras vidas y cómo influyen en nuestras decisiones.

El porvenir de una ilusión es un libro que sin duda puede ser un buen punto de partida, para un amateur como yo, y para todo aquel que quiera adentrarse en un estudio más profundo de las ideas de Freud, y por supuesto puede complementarse con otros títulos, tales como Tótem y tabú, que reiteradamente cita como referencia de apoyo para explicar sus teorías.

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