1. Porque, cuando estabas morro como yo, viste Amores perros y te voló la choya y por primera vez te preguntaste quién estaba detrás de eso de hacer películas y descubriste que era un escritor mexicano, del barrio –más o menos–. Igual que tú.
2. Porque, cuando comenzaste a escribir (sobre todo a leer), descubriste en su novela El búfalo de la noche (Debolsillo, 2017) un libro que te trastocó, moviéndote un par de centímetros del lugar en el que estabas. Como hace la buena literatura. (Que la película no se le acerque un ápice no es su problema –ni de Arriaga, ni tuyo–. Para ti, dejó una marca indeleble. Como un tatuaje.)

3. Porque Amores perros es una de las obras maestras de la cinematografía nacional (lo corroboras cada que la ves) y la escribió él.
4. Porque fue compita de tu maestro, Eusebio Ruvalcaba, y porque habló de tú a tú con el maestro de maestros, Vicente Leñero. Por lo tanto, a su vez, Arriaga es tu maestro.
5. Porque, aunque Amores perros es irremplazable, se le acercan peligrosamente Los tres entierros de Melquiades Estrada y The burning plain (escrita por él y dirigida por Tommy Lee Jones, y escrita y dirigida por él, respectivamente).
6. Porque tiene libros quizá no tan famosos, pero igualmente memorables, como la entretenidísima novela Escuadrón Guillotina (Debolsillo, 2017) (cuya primera edición, independiente, que aún conservas, estuvo a cargo de otro maestro tuyo, David Magaña), el loable libro de cuentos Retorno 201 (Alfaguara, 2021), y la imprescindible Un dulce olor a muerte (Debolsillo, 2017) (que Ruvalcaba te inculcó. También vuelta película, por Gabriel Retes). Algunos de esos títulos han visto nuevamente la luz gracias a Debolsillo. Un acontecimiento digno de celebración.

7. Porque 21 gramos (escrita por él), ahí va detrás en cuanto a grandeza. Seguida por Babel.
8. Porque El salvaje (Alfaguara, 2016) te salvó la vida. No exageras. Esa enorme novela contiene todos los elementos favorables de Arriaga: fuerza narrativa, entrecruzamiento de historias, personajes y diálogos potentes, sencillez y concisión. Virtudes que quizá debería tener cualquiera que se dedique a la palabra escrita.

9. Porque tiene un par de cortos (Rogelio y El Pozo), los cuales son una rápida y contundente lección sobre cómo escribir guiones cinematográficos.
10. Porque te has reservado Extrañas (Alfaguara, 2023) para otra ocasión (que, esperas, sea pronto), para leerla junto a la persona con la que ahora tienes un librero compartido. Porque a ella le interesó esta nueva obra incluso más que a ti. Y todo por tu culpa: por hablarle tan bien de Arriaga y de su escritura.

El búfalo de la noche El Salvaje Escuadrón Guillotina Extrañas Guillermo Arriaga Retorno 201 Un dulce olor a muerte
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