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Cuando el científico es un rebelde
Ketrín Nacif Goddard comment 0 Comentarios

Tal vez por un mal prejuicio heredado de manera casi inconsciente, o por falta de interés desde mis clases en preparatoria, pero nunca había pensado en los científicos como seres rebeldes; al contrario, siempre me parecieron personas lineales o incluso cuadradas. Entonces cuando llegó a mis manos el libro de Freeman Dyson titulado El científico rebelde, mi percepción a lo largo de las páginas comenzó a cambiar.

Para Dyson la ciencia como subversión tiene una historia larga, desde científicos que estuvieron encarcelados hasta quienes ayudaron a salvarlos y que permanecieran con vida. El científico rebelde es aquel que antes de rebelarse se toma su tiempo porque su intención no es destruir sino construir. El prototipo del científico rebelde según Dyson es Benjamin Franklin, ya que como científico venció a los aristócratas eruditos de Europa y como rebelde sus triunfos emanan de que su revolución no fue impulsiva sino pensada durante muchos años. Pensar en una revolución que no busque destruir todo lo que le antecedió, ya que por su propia definición remite a un cambio profundo y radical, implica para quien lo plantea, poseer una mente abierta que le permita vislumbrar que no todo lo establecido resulta anacrónico y que posiblemente en vez de destruirlo todo, se pueda construir tomando como base el trabajo de otros. Llegar a esto, requiere humildad y tolerancia, todo lo contrario, a una persona lineal o cuadrada.

Además de reflexionar sobre la idea del científico rebelde, el autor establece algunas ideas principales, como que a pesar de lo que podamos creer no existe una única visión científica comparando esto con la poesía, ya que tampoco existe una única visión poética, “la ciencia es un mosaico de puntos de vista parciales y contradictorios”¹  y pertenece a quien deseé y haga el esfuerzo por aprenderla.

A pesar del título, el propio Freeman Dyson aclara que la mayor parte del libro no habla de científicos rebeldes, sino de un conjunto de reseñas de libros, prólogos y ensayos sobre varios temas, en los que destaca si existe o no la ética en la ciencia, un tema por demás actual; sobre Dios y la religión; la guerra y la paz en relación con la ciencia con tintes más filosóficos, entre otros.

Este libro se presenta por demás entretenido, la pluma amena de Dyson te hace sumergirte, casi sin darte cuenta, en temas sobre ciencia que uno nunca imaginó que podían interesarle, además de poder disfrutar en sus reflexiones de poemas que él mismo eligió para que el lector comprendiera mejor sus ideas, porque para él la poesía y la ciencia no son tan disímiles como podría parecer.

 

¹Dyson, Freeman, El científico rebelde, Debate, México, 2008.

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