Ordesa es un “laberinto emocional” donde se mezclan emociones universales y básicas: el afecto por los padres y la familia, el amor, la enfermedad y el deterioro, el dolor de la muerte, las afinidades con la pareja y la inevitable ruptura, el temor a ser padre y enfrentarse a la vida.
Más que una autobiografía, Ordesa es un libro de encuentros, el testimonio de alguien que se atreve a contar desde la profundidad de nuestro silencio las verdades de la vida que, al final, son universales: el miedo, el dolor, la pérdida. Vilas nos ayuda a nombrarlas. En las páginas de Ordesa, el lector se encontrará consigo mismo.
Ordesa es un libro sincero y profundo. Vilas conoce el mundo de las palabras. Cualquier pretexto es bueno para andarse por las ramas y meditar sobre el sol, el verano, la enfermedad, la soledad… Y se agradecen sus reflexiones. Ejemplo: “Sin familia solo eres un perro solitario. A los perros solitarios los maltratan, los ahorcan en las tapias abandonadas de cualquier camino; allí, en cualquier pared desvencijada de la que emerja una viga, los ahorcan, porque su soledad da mal ejemplo”.
Cabe destacar el oficio de poeta del autor. Vilas acierta en cada capítulo, revelando una anécdota chusca o trágica con naturalidad. Además, Ordesa puede leerse como el lector lo quiera, no necesariamente de principio a fin. Como con los libros de poesía, el lector al azar puede abrir la obra y engancharse con sus páginas. Es un deleite.
escritor español literatura Literatura española Manuel Vilas novela novela española Ordesa Premio al Libro Altoaragonés 2018
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