Siendo un estudiante, se inició como traductor y periodista. En el año 1924 viaja a Gran Bretaña para enseñar cultura italiana en las universidades de Liverpool y Manchester. A su vuelta, en 1934, fue profesor de inglés hasta su jubilación en 1966. Escribió La carne, la muerte y el diablo en la literatura romántica (1930), Estudios sobre el conceptismo (1934) y Gusto neoclásico (1940). También estudios sobre escritores en lengua inglesa, una historia de la decoración y el relato autobiográfico, La casa de la vida (1958), que nada menos que Edmund Wilson tachó de obra maestra. La casa del título no es otra que la que fue su vivienda en el palacio Ricci, situada en la romana Via Giulia, “tranquila como la vida señorial de una ciudad de provincia, como un pasillo entre aquellas habitaciones que eran los patios de los edificios”, como le gustaba definirla.
De la vida, él pensaba que “las cosas se convierten en algo más que cosas; mientras que las personas a veces se convierten un poco en cosas”.
Anterior Siguiente