Hay muchas obras, ya sean películas, videojuegos, novelas, novelas gráficas o manga, que nos introducen a un mundo mágico a través de colocarnos en los zapatos de su protagonista. Tal es el caso de la novela gráfica Magalina y el bosque de los animales mágicos (Alfaguara Juvenil, 2019), la cual narra cómo su protagonista, Magalina, llega a la isla de Vorn para aprender Criptozoología, la ciencia que estudia y cuida a los animales mitológicos y fantásticos. En este lugar conocerá al estricto profesor Balzar y a nuevos compañeros que se convertirán unos en sus fieles amigos y otros, en rivales. Es claro que a Magalina le apasiona esta vocación y su sueño es convertirse en una especialista en animales legendarios; desde el principio muestra un increíble talento y conocimiento para identificar a las criaturas que rondan por el bosque en las cercanías de la escuela. Estas habilidades le son de mucha ayuda para tratar de resolver un misterio que acecha a los estudiantes de la isla; uno que podría estar relacionado con la misma Magalina.  

Cuando comencé a leer este tomo de Magalina no pude evitar recordar otra obra, en este caso de manga, en la que estoy trabajando como traductor: Atelier of witch hat, editada en México por Editorial Panini Manga. Esta trata de cómo su protagonista, Coco, una niña común y corriente, es empujada por las circunstancias y una desgracia a adentrarse al mundo de la magia en un mundo fantástico. También aquí su maestro, el hechicero Qifrey, la guiará como su aprendiz para tratar de deshacer un trágico encantamiento prohibido. Es cierto que Coco sentía una fascinación por la magia desde pequeña, pero, al contrario de Magalina, ella llega al atelier de Qifrey sin ningún conocimiento mágico, por lo que tiene que echar mano de su buena voluntad y perseverancia para avanzar en un ambiente completamente nuevo para ella.

Atelier of witch hat es adornado por un arte espectacular de su autora, Kamome Shirahama, que nos recuerda tanto a los grabados de los cuentos de hadas como a series clásicas de anime. Por otro lado, el caso de Magalina y el bosque de los animales mágicos, el dibujo, a cargo de Paola Antista, está lleno de colores vivos y personajes expresivos que inmediatamente te adentran a este mundo como si estuvieras viendo una serie de dibujos animados. El uso de la iluminación, la ambientación y el diseño de las viñetas te lleva por la historia como si fueras otro de los compañeros de Magalina. No se sabe en qué momento ni desde qué dirección el perpetrador de los sucesos trágicos vaya a venir por ti también. Otro punto que hay que resaltar es el diseño tan llamativo de los seres fantásticos que habitan este mundo, como lo son vampiros, gorgonas, ninfas, unicornios y demás criaturas; un diseño que te invita a bajar a acariciarlos y cuidar de ellos como otro criptozoólogo.

Por último, lo que más me ha agradado de este volumen es el desarrollo por el que pasa su protagonista. Al principio, Magalina parece sólo estar interesada en ser reconocida como una buena estudiante, pero las tribulaciones tanto académicas como el peligro que la acecha hacen que reflexione sobre algunas acciones no tan buenas que ha realizado. Pero, obviamente, esto no termina aquí ya que este tomo se ha quedado en medio de un cliffhanger, no puedo esperar para leer el segundo volumen para saber qué ha sido de Magalina y el misterio que la envuelve.  

Magalina y el bosque de los animales mágicos Paola Antista Sylvia Douye